Para el cierre, y con un Vade casi colmado, los miembros de Boanerges cubrieron el escenario llevándose todas las ovaciones con la interpretación de “Poder Soberano”. La banda siguió con algunos de sus clásicos como “Necios Sin Razón”, “La Profecía Cumplida” y “Salmo 96”. De su último álbum “Secreto Original” sonaron “No Solo Huellas” y mi favorita del disco, “La Humanidad”.
Las guitarras perfectamente interpretadas por Damián Guzmán y Joni Ayala, el muy buen desempeño de Marcelo Rodríguez en bajo y Esteban Castellano en batería y la siempre potente voz de Gabriela Sepúlveda hicieron de su show un derroche de energía con canciones ya arraigadas en la memoria de los asistentes, quienes supieron devolver con coros y aplausos al desempeño de la banda. Con “Boanerges” al final, los Hijos del Trueno dejaron a más de uno con ganas de más. Pero para eso habrá que esperar, porque Boanerges planea distribuir sus presentaciones por el interior del país durante este año.