Vamos… ¿esperaban un disco con liricas Pseudo-religiosas? No. Tal como lo dice en “The Big Goodbye” no hay forma de pintar de blanco un corazón negro. Cooper explica que no es un héroe, ni el Santo Grial… pero el oyente debe Ver la Luz.
Ya llegando al final quedan “Road Rats Forever” y una letra sobre como sus años pasaron transitando rutas, con algo que recuerda a AC/DC… Frenazo, rebaje, y “BabyPleaseDon´t Go”, la balada necesaria de su disco. Donde la voz, el sonido, la lírica muestra una vulnerabilidad impensada hasta ahora (si tomamos la forma en que “Road” se viene desarrollando)… Más oscura (más a su vieja época teatral), llega “100 More Miles”, con el detalle de como el cansancio golpea a los músicos, y la necesidad de regresar al hogar… El cierre con “Magic Bus” (cover de The Who), cierra bien los 48 minutos de música (que en realidad parecen ser más).
Desde 1975 que como solista da giras, conciertos, discos… Así que tiene mucha de esa experiencia que puso en “Road”… y para los que preguntan ¿No habla de Dios en el disco?… la respuesta es NO… pero, como ya lo dijo alguna vez, el suele recibir llamadas, o tener reuniones en conciertos con adictos (al alcohol o drogas), y usar esas llamadas o reuniones para ayudarlos basado en su propia experiencia personal.
Cerrando: Alice Cooper no defrauda… Quizás no es tan impresionante como “Welcome to my Nightmore” (1980), “The Last Templation” (1994), o “Billon Dólar Babys” (1973), pero es algo que puede perfectamente ir de fondo mientras preparás un Asado (eso si tenés $$$ ahorrados), o para poner en el viaje a tu trabajo… Salud!!!