Los años ‘90 regalaron al ambiente musical cristiano de la Argentina un sinnúmero de emociones musicales de los más variados tonos en cuanto a género. Pero el rock tuvo un papel preponderante en el afianzamiento de una industria incipiente, por aquel entonces, pero que prometía importantes secuelas.
Miguel Scavone (Mike) es uno de los artistas que marcaron el rumbo para que decenas de bandas de rock fueran impulsadas al desafío de salir a la calle con un mensaje contracultural. No por casualidad el nombre de la banda en esos inicios de la década fue “Mike & Desafiados”. A través de sus trabajos discográficos (“No es tan difícil”, 1990, “Basta de verso”, 1995 y “Milenio Intenso”, 2000), Mike desgranaba letras que identificaban realidades crudas con un estilo musical acorde a ese mensaje que ofrecía, por supuesto, la salida a las problemáticas de la droga, el alcohol y, en general, la vida sin Cristo.